- A. ¿Qué es la diversión?
- B. ¿La diversión es lo principal?
A. ¿Qué es la diversión?
1. ¿Qué es la diversión? Se puede llamar diversión a cualquier actividad agradable que sirve de descanso porque no es obligatoria e interrumpe el trabajo habitual. Divertirse un poco es bueno y necesario pues el hombre necesita algún descanso para reparar fuerzas físicas y mentales.
2. ¿Para qué la diversión? Con la diversión se puede pretender:
- Respecto a uno mismo: Descansar, aliviar la fatiga del corazón y la mente para luego trabajar mejor. Mejorar la formación personal. Desarrollar alguna habilidad.
- Respecto a los demás: Prestarles un servicio diferente del habitual. Entablar nuevas amistades o mantenerlas.
- Respecto a Dios: buscar una mayor proximidad con un trato más distendido sin las preocupaciones habituales.
3. ¿El alcohol, sexo y drogas divierten? No son nada divertidos. Proporcionan placeres o traban el uso de la razón, pero así el hombre no descansa y, como estas cosas alimentan el egoísmo, empeoran el corazón.
4. ¿Es mejor trabajar o divertirse? Las dos cosas son buenas y necesarias, cada una en su momento. En los niños pequeños la diversión y el juego ocupan mayor espacio. Al crecer en madurez, el hombre capta la mayor importancia del trabajo. En cambio, pensar sólo en divertirse dificulta la formación de la personalidad.
5. ¿La diversión hace al hombre feliz? Hay tres casos:
- La diversión razonable: descansa al hombre y contribuye a la felicidad.
- La diversión en exclusiva: no hace feliz al hombre pues le falta el equilibrio del trabajo. El corazón humano necesita desarrollar sus talentos y servir a los demás.
- Las diversiones falsas (alcohol, sexo, drogas...) ni descansan, ni divierten, sino que rebajan la dignidad de la persona.
6. ¿Características de una diversión correcta? Hay unos requisitos que caracterizan el entretenimiento correcto:
- La diversión debe ser acorde con la dignidad humana.- El que algo sea divertido no lo convierte en bueno. Sólo deben aceptarse los entretenimientos adecuados a la dignidad de un hijo de Dios. Deben rechazarse las diversiones inmorales. Es evidente.
- La diversión no debe ser obligatoria ni esclavizante.- Estamos ante algo bastante elemental e incluido en el concepto de diversión: lo obligatorio y lo esclavizante no son divertidos. En el momento en que la diversión pasa a ser obsesiva, pierde su encanto y no sirve para descansar. Esta obsesión por divertirse suele darse en las personas -no sólo jóvenes- que carecen de ideales o no han descubierto la grandeza del trabajo.
- La diversión debe ocupar su lugar en la escala de valores.- Entre las actividades que realizamos, hay unas más urgentes, otras más importantes, unas más necesarias, otras más accesorias. Una persona equilibrada consigue organizar su tiempo según una escala de valores, dando prioridad a las tareas que realmente merecen ocupar los primeros puestos en nuestra dedicación. Es necesario un poco de orden.
- La diversión no es lo principal de la vida y no debe anteponerse a lo demás, sino ocupar su lugar secundario en una vida equilibrada. De esto seguimos hablando enseguida.
- La diversión ha de ser moderada. Ni esclavizante, ni absorbente, ni principal. Por tanto, se debe moderar teniendo en cuenta otras ocupaciones.
B. ¿La diversión es lo principal?
1. ¿La diversión es lo principal de la vida? No, no. Los hombres ni somos seres inútiles, ni deseamos serlo. Queremos alcanzar metas, ideales; buscamos resultados valiosos para esta vida o para la futura. Estas metas se alcanzan mediante el esfuerzo. Un esfuerzo que necesita secundariamente de algunos momentos de descanso. Pero lo principal no es el descanso sino el ideal que se desea alcanzar. La diversión no debe ser el fin principal de la vida, sino algo conveniente para otra cosa, incluso por definición.
2. ¿Por definición? El mismo concepto de diversión lleva consigo el hecho de que estamos ante algo secundario:
- La diversión incluye en sí la noción de descanso, y el descanso lleva aparejado un cansancio previo.
- La diversión incluye un cambio de actividad para dedicarse a algo distinto -diverso- de lo habitual. Pero esto reclama que exista un trabajo habitual. La diversión no es necesaria por sí misma, sino para luego trabajar mejor.
- Si sólo hay vacaciones, no hay vacaciones. Si sólo hay fiestas, no hay fiestas. Vacaciones, fiestas y diversión exigen días de trabajo, y sólo después tienen sentido. Son algo secundario. La verdadera diversión reclama un trabajo previo que orienta y da valor al descanso.
De hecho, si las juergas son continuas, acaban por hartar y se produce un círculo vicioso: para salir del aburrimiento, se buscan emociones más fuertes, que enseguida vuelven a cansar, etc. Porque la solución no es más juergas, sino más trabajo. Un trabajo que dé sentido al descanso. (Naturalmente, también habrá que buscar el sentido del trabajo, pero esto es otro tema). La diversión en exclusiva no hace feliz al hombre porque le falta el equilibrio del trabajo.
3. ¿En la juventud, la diversión es lo principal? La diversión no es lo principal en ningún momento de la vida, como tampoco el descanso es lo principal. Más importantes son el trabajo, el estudio, la oración, la cultura, el servicio a los demás... La diversión y el descanso son sólo necesarios para luego aprovechar mejor el tiempo.
4. ¿Pero si uno no se divierte cuando es joven, pierde la vida? No desaprovecha la vida, sino que la emplea en otras cosas. Lo que pierde es algunos momentos de diversión. En cambio, si se dedicara principalmente a la diversión, perdería horas de trabajo, de oración, de servicio... Habrá que elegir prioridades.
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