id La doctrina social: ideas rápidas sobre la doctrina social de la Iglesia. ¿Qué es la doctrina social? ¿Qué fines tiene? ¿Cuáles son los principios de la doctrina social? Principales valores sociales.
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LA DOCTRINA SOCIAL

1. ¿Qué es la doctrina social de la Iglesia? La doctrina social es la parte del magisterio de la Iglesia que se ocupa de enseñar el comportamiento correcto de los hombres en su vida social. Aplica las enseñanzas de Jesucristo a la vida en sociedad, siempre con el fin de buscar la salvación de las almas.

2. ¿Cuál es el fin de la doctrina social? La meta final es la salvación de las almas. Pero el fin inmediato de la doctrina social es proponer principios y valores que contribuyan a crear una sociedad digna del hombre, aplicando las enseñanzas de Jesucristo.

3. ¿Cuáles son los principios de la doctrina social? La Iglesia elabora sus doctrina social apoyándose en cuatro principios básicos: la dignidad de la persona humana, el bien común, la subsidiaridad y la solidaridad. Los comentamos a continuación.

4. La dignidad de la persona humana.- El ser humano posee gran dignidad por ser imagen divina y criatura especialmente armada por Dios. Esta categoría singular es el fundamento principal para el trato adecuado entre los hombres. Este principio incluye el derecho a la vida (aborto, embrión) y a la libertad religiosa; la defensa del matrimonio y la familia.

5. El bien común.- El bien común es el bien de todos los hombres y de cada uno, incluyendo los aspectos espirituales. El bien común abarca dos grandes principios:

  • El destino universal de los bienes.- El Creador dispuso el mundo para todos los hombres. Esto no quiere decir que uno pueda tomar lo que desee, sino que al regular las relaciones humanas debe tenerse en cuenta el desarrollo y beneficio de los demás.
  • La propiedad privada.- Es necesaria para la autonomía y libertad propias. Este principio está subordinado al anterior, de modo que los bienes se empleen también en beneficio de los demás, con cuidado especial hacia los pobres. Esta protección no consiste simplemente en darles dinero, sino sobre todo en facilitarles la formación y los medios necesarios para salir de su pobreza.
6. La subsidiaridad.- Según este principio, las sociedades de orden superior deben adoptar una postura de ayuda y promoción respecto a las menores, facilitando sus iniciativas correctas. En casos especiales puede suplirlas durante un tiempo breve.
Una consecuencia de la subsidiaridad es -por parte de los ciudadanos- el deber de participar en la vida social.

7. La solidaridad.- La solidaridad o caridad social expresa una idea de unidad, cohesión, colaboración. Es la determinación firme y perseverante de comprometerse por el bien común. Estamos ante un hábito o virtud, ante una decisión estable de colaborar con los demás. Con todos los hombres, pues realmente hay vinculación con todos, aunque uno no se sienta unido a algunos. La solidaridad como parte de la caridad engloba a los demás principios.

8. ¿Cuáles son los principales valores sociales? Para la vida social, hay cuatro grandes bienes que conviene ejercitar, pues están muy ligados a la dignidad de la persona humana.

  • La verdad.- Conviene resolver las situaciones buscando el bien verdadero, con independencia del propio interés. Así se evitan muchas tiranías. Este tema afecta mucho a los medios de comunicación y a los fraudes económicos.
  • La libertad.- En el ámbito religioso, cultural, político, etc. Siempre dentro del bien común y del orden público. Sin olvidarse del bien verdadero y de la responsabilidad correspondiente, pues se trata de elegir el bien, no el mal -líbranos del mal-.
  • La justicia.- Es el hábito de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido. Ante todo, es importante reconocer la dignidad de los demás, con independencia de lo que posean o de la utilidad que proporcionen. La justicia debe basarse en la ley natural y conviene que sea mejorada por la caridad y la solidaridad.
  • La caridad.- El amor al prójimo es el criterio supremo de la ética social. Si hay caridad, habrá verdad, justicia, libertad, etc. La caridad se ejercita principalmente con el espíritu de servicio a los demás, buscando su bien sobre todo de sus almas.

9. ¿Estas cualidades sociales tienen relación con la mejora individual? La mejora interior de uno mismo incluye el desarrollo de las cualidades sociales, y este cambio propio es la base firme de la renovación social.

10. La cultura en la doctrina social.- Como ejemplo, apliquemos estos principios y valores al campo tan importante de la cultura.

  • La dignidad humana, la libertad y el destino universal de los bienes reclaman que la cultura y la educación sean accesibles a todos. En consecuencia, debe haber acceso libre a los medios de comunicación, libertad de investigación, derecho de los padres a elegir escuela, etc.
  • La verdad y el bien común en su aspecto espiritual invitan a que la cultura esté abierta a la verdad y a la dimensión religiosa. Tengamos en cuenta que la religión fundamenta la moral, y la moral es el centro de la cultura.
  • La solidaridad y la verdad deben influir en los medios de comunicación cultural.
  • La subsidiaridad propone que el Estado ayude a las iniciativas educativas y culturales.

11. ¿Los principios y valores sociales son distintos de los individuales? En parte sí, en parte no. La naturaleza humana no cambia cuando el hombre se reúne, de modo que los principios éticos, los diez mandamientos y las virtudes que conviene ejercitar son los mismos en ambos casos; y el resumen de amar a Dios y al prójimo, también coincide en los planos individual y social. Sin embargo, para la vida social conviene prestar particular atención a los principios y valores que se han explicado.

12. ¿Es misión de la Iglesia resolver problemas sociales? No, no. Esta es misión general de los hombres, y en particular de los gobernantes que tienen el dinero y redactan las leyes. A ellos compete conseguir una distribución justa de los bienes. De todos modos, la Iglesia resuelve muchos problemas sociales por caridad. Pero no es su misión: Cristo no vino a la tierra para resolver dificultades económicas. En cambio, es tarea de la Iglesia establecer principios y orientaciones que señalen caminos posibles y erróneos, teniendo en cuenta la ley natural y las enseñanzas de Jesucristo.

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