1. ¿Qué es la constancia? La constancia es el hábito de mantener un esfuerzo que se prolonga en el tiempo. Está muy ligada a la fortaleza: consiste también en superar dificultades. Pero sólo se refiere a un tipo de obstáculo: el de la duración del esfuerzo.

2. ¿Es necesaria la constancia? La constancia es una cualidad imprescindible para alcanzar cualquier meta, pues los ideales valiosos no se logran con un esfuerzo aislado sino que son fruto de una conquista laboriosa. Sería fácil si bastara exigirse unos minutos. Cualquiera es capaz de un impulso costoso si se obtienen los resultados de una sola vez. Pero esto no suele ser suficiente, sino que es preciso mantener el esfuerzo un tiempo: constancia.

3. ¿Más beneficios de la constancia? La constancia también ayuda a proponerse ideales, mejorando la auto-propulsión y la esperanza. Si uno es conocedor de su perseverancia, las metas lejanas no le frenan. Sabe que su constancia le garantiza muchos logros. Por tanto la esperanza mejora y se lanza a conseguir ideales dificultosos.

4. ¿Ejemplos donde apreciar la necesidad de la constancia? Hay muchos casos:

• Para conseguir las demás virtudes, se necesita repetir actos: constancia.
• Los éxitos profesionales reclaman constancia. Los éxitos deportivos exigen constancia. El estudio y aprendizaje requieren constancia...
• La paciencia muchas veces va unida a la constancia en el aguante. Algunas circunstancias laborales o familiares exigen altas dosis de paciencia durante años.
• En la vida espiritual también es necesaria la constancia, porque la santidad no se alcanza en un momento sino que es preciso un tiempo de esfuerzo. Por esto dice la Biblia: "No os canséis de hacer el bien" (II Tes 3, 13).

6. ¿La constancia va unida a la lealtad? La lealtad consiste en cumplir la palabra dada, los compromisos adquiridos, y para esto hace falta constancia si el compromiso se prolonga en el tiempo.

7. ¿Cómo ejercitar la constancia? Hay muchos campos donde practicar, casi siempre terminando cosas:

• Coleccionar algo hasta terminar. Terminar el puzzle comenzado.
• Continuar una excursión hasta la meta -salvo que sea imprudente-.
• Acabar las tareas, acabar los trabajos. Resolver los ejercicios hasta el final.
• No ponerse a jugar hasta haber acabado los deberes.